El Síndic de Greuges de la Comunitat valenciana, José Cholbi, acaba de hacer pública una investigación sobre el acogimiento familiar de menores de 0 a 6 años en la Comunitat Valenciana. Una cuestión que de manera constante examina esta institución para hacer seguimiento de la atención que presta el Consell a este grupo de menores especialmente vulnerables.
Desde su entrada en vigor en 2015, la ley de protección del menor se opone al ingreso de menores de 0-6 años en centros residenciales salvo en casos muy excepcionales, para los que la ley prevé estancias máximas de tres meses. No obstante, la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas ha informado al Síndic que de los 508 menores de entre 0 y 6 años que tiene bajo su tutela, 76 de ellos se encuentran en acogimiento residencial. Una situación que no puede ser aceptada por el Síndic, a pesar de reconocer el avance respecto a la realidad analizada por esta institución en 2017 (en la que había 96 menores de 0 a 6 años en residencia).
Si nos centramos en los menores de 0 a 3 años, cuando las niñas y niños más necesitan un ambiente familiar para un adecuado desarrollo físico, psicológico y emocional, a fecha de la emisión del informe (noviembre 2018), la Conselleria comunicaba que había 42 menores acogidos en residencias, 25 de ellos en la provincia de Alicante y 17 en la de València. Y lo que más preocupa al Síndic: el 100% de estos acogimientos residenciales sobrepasaba el periodo máximo legal de tres meses.
De acuerdo con la Conselleria, entre los motivos de estos ingresos estarían: la diversidad funcional o física del menor, la estancia con el resto de hermanos, el estudio y valoración de retorno a la familia o la permanencia con la progenitora en piso de adolescentes, en esta última situación se encontrarían 7 de los 42 menores.
MÁS FAMILIAS DE ACOGIDA E IMPLANTACIÓN DEL ACOGIMIENTO FAMILIAR PROFESIONALIZADO
No obstante, para el Síndic la solución pasa por intensificar las acciones de captación, selección y formación de nuevas familias de acogida. Cholbi insiste en la necesidad de implantar el acogimiento familiar profesionalizado. Una modalidad, que funciona ya en otras comunidades, en la que se entabla una relación laboral con la persona acogedora que obligatoriamente debe tener una cualificación, experiencia y formación específica para atender adecuadamente a los menores con diversidad funcional u otro tipo de necesidad especial.
FALTA DE FAMILIAS DE URGENCIA Y DIAGNÓSTICO
Otra de las demandas del Síndic para evitar los ingresos en centros residenciales pasa por garantizar que la duración de los acogimientos familiares de urgencia-diagnóstico no supere los seis meses previstos por ley, periodo durante el cual la Administración debe resolver una medida de protección más estable para el menor.
En la actualidad, la permanencia de menores en este tipo de acogimiento se prolonga durante un año o incluso año y medio. Una dilación que no hace más que agravar la falta de familias de urgencia-diagnóstico, cuya finalidad es intervenir de forma inmediata en el momento en que un menor (especialmente de 0-6 años) es separado de sus padres. Además, otro de las trabas que se encuentran las familias de urgencia -diagnóstico es que una vez cumplido el plazo máximo legal de 6 meses de acogimiento de urgencia, se ven forzadas a aceptar el cambio de modalidad al acogimiento temporal, con las consecuentes repercusiones económicas y de disponibilidad.
MÁS CONTROL SOBRE EL ACOGIMIENTO EN FAMILIAS EXTENSAS
En la Comunidad Valenciana, el 85% de los acogimientos familiares se realizan en familia extensa (aquellas con vínculos de sangre con el menor). Una modalidad que en ocasiones puede tener asociado un riegos real que se produce cuando estas familias, por miedo a una posible retirada del menor e incluso a los padres biológicos, ocultan las dificultades y problemas que el menor puede estar atravesando hasta que la situación es insostenible.
El seguimiento de estos acogimientos se lleva a cabo por los Equipos Bases municipales, unos dispositivos que en muchas ocasiones se encuentran saturados y asumiendo nuevas competencias y que no pueden más que llevar a cabo seguimientos de baja intensidad y rigurosidad, haciendo aún más difícil detectar situaciones de desprotección.
En este sentido, el Síndic insta a una mayor formación y especialización de los equipos municipales responsables de la valoración y seguimiento de los acogimientos en familia extensa y allá donde fuera necesario, una mayor dotación de profesionales.
Accede a la resolución del Síndic sobre este asunto.